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sábado, 10 de octubre de 2009

¿Qué democracia?

Últimamente se habla bastante de democracia. Que si hay que llevar la democracia a Afganistán, que si el «caso Gürtel» es un vergüenza para la democracia española, que si la propuesta de que los profesores den clase desde la tarima es antidemocrática... y se olvidan de algo fundamental: la democracia únicamente es válida entre iguales que se respetan.

  • No se puede forzar la democracia en Afganistán, porque se trata de una sociedad en la que no existe un respeto de todos hacia todos. Primero hay que crear una estructura social donde se respeten los derechos de las mujeres (para empezar), y donde se respete el derecho a la vida de todos los afganos, en vez de estar sometidos a los designios de los señores de la guerra (presentes o «reinsertados»), y luego podremos hablar de democracia.

  • No se puede pensar que la democracia local esté en peligro por cuatro corruptelas, por graves que sean. Lo que la pone en peligro es que algunos que se sienten superiores a otros, y que creen que la Ley no va con ellos, dan ejemplo y son incluso arropados por «el partido».

  • Y es soberanamente estúpido hablar de democracia en las aulas, cuando incluso en el mejor de los climas de respeto hay dos grupos que claramente no son iguales: el profesor, que es adulto, tiene los conocimientos, tiene la responsabilidad de enseñar (no de educar) y ejerce la autoridad (que no autoritarismo), y los alumnos, que no son adultos (aunque en la Universidad o algunos Ciclos sean mayores de edad, que no es lo mismo), van a recibir los conocimientos que no tienen, tienen la responsabilidad de aprender y están sujetos a la autoridad del profesor, ya que éste es el responsable de su bienestar durante el rato de la clase.


Por favor, hablemos claro y dejemos la progresía de salón a un lado.