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sábado, 29 de agosto de 2009

Y van cinco

El Barça acaba de ganar el quinto trofeo: la supercopa de Europa. Por uno a cero y en la prórroga, sí, pero el caso es que la idea de Guardiola de trabajar desde la base, con gente de la casa, funciona. Han ganado todo lo que se puede ganar en la temporada pasada o como consecuencia: Liga, Copa, Champions, Supercopa y Supercopa de Europa.

Ya veremos cómo lo hacen esta temporada (que mal no ha empezado), pero me da la impresión de que el método y la confianza funcionan mejor que los millones.

martes, 25 de agosto de 2009

Pensamientos de sobre (VII)

Nos vemos en España en una situación política en la que el PP, sin pruebas, se reafirma en acusaciones, de uso ilegítimo de las instituciones y de escuchas, contra el PSOE en el Gobierno. Y tal actitud más parece dedicada a mantener activas a las bases del partido que a tratar de evitar que se hable en la prensa de los asuntos de corrupción relacionados con Orange Market (la famosa trama Gürtel y los trajes de Camps). Y peor aún, más a eso que a ejercer de oposición al Gobierno, que es el papel que le dimos en las últimas elecciones generales. Pero creo que lo peor es que viven en el tan castizo sostenella y no enmendalla, que de esta otra manera, que cabe en un sobre de azúcar blanquilla, expresara el austríaco:

Uno es dueño de lo que calla y esclavo de lo que habla.
Sigmund Freud

domingo, 23 de agosto de 2009

Gracias por nada

He leído hoy en El País (edición electrónica) esta carta relativa a un tema que a veces me viene a la cabeza, pero que esta persona sufre en sus propias carnes.

Gracias por nada

EDUARDO DAVID PÉREZ MORIANA - Santa Cruz de Tenerife - 23/08/2009


Pertenezco a una clase social de mayores de 35 y menores de 45 años, solteros/as y sin hijos, que por una cosa u otra no entra en los planes ni del Gobierno ni de nadie. Estoy en paro desde hace poco más de un año, y dejé de percibir la prestación en febrero. Como estoy soltero, no tengo hijos y tengo menos de 45 años, pues no he podido acogerme a ningún tipo de subsidio. Tampoco he podido acogerme a la ayuda-préstamo sobre la hipoteca, a través del ICO, porque, aun estando aprobada dicha ayuda desde enero, si mal no recuerdo, no tienes derecho si no percibes la prestación. Ahora me dicen en el INEM que tampoco tengo derecho a la prestación de 420 euros porque está destinada para los que se queden sin prestación a partir del 1 de agosto.

Pero la cosa sigue: intentando aprovechar el tiempo, me he puesto a estudiar, financiando los estudios gracias a mi familia en la universidad; teniendo noticias de la línea del ICO Renta-Universidad se me ocurrió que podría hacer algún master durante este tiempo: pues tampoco, porque soy mayor de 35. Para más risas, ofertaron en julio en mi universidad, a través de la Fundación Empresa-Universidad de La Laguna, unos cursos de idiomas intensivos gratuitos, a los cuales, pese a estar matriculado en la universidad, no tengo derecho por ser mayor de 30 años.

Sólo gracias a mi familia he podido comer y seguir estudiando. Gracias a ¿quién? no he recibido ayuda de ningún tipo. Por eso, a quien corresponda, muchas gracias por nada. Sólo espero la oportunidad de echarme a la calle con personas en situación similar y gritar en alto: ¡dejen de tomarnos el pelo.

jueves, 20 de agosto de 2009

Crónicas Marcianas

Justo antes de leer Hacedor de Estrellas estuve leyendo Crónicas Marcianas, de Ray Bradbury. Además, con un interesante prólogo de Jorge Luis Borges.

Crónicas Marcianas no es una novela de ciencia ficción común. De hecho, no es una novela, y (al decir de Bradbury) no es ciencia ficción. Se trata de una colección de cuentos que tienen como marco la llegada del hombre a Marte, la colonización del planeta por la humanidad a costa de los marcianos y la posterior extinción de la Humanidad. Los relatos no guardan ninguna otra relación entre sí, en general. Si bien algunos lo hacen, ya que no hay dos primeras llegadas del hombre al planeta rojo, pero sí una primera expedición («Ylla»), una segunda («Los hombres de la Tierra») y una tercera («La tercera expedición»), hay otros que beben de Fahrenheit 451 («Usher II») e incluso historias de fantasmas. Y no puedo menos que estar de acuerdo con Borges en que quizá «La tercera expedición» sea el más inquietante de los relatos, si bien no es el único.

Como libro, he de decir lo mismo que ya dije de Hacedor de Estrellas: buena edición (papel, encuadernación, portada) y buena elección. Como obra, es una de esas que no dejan indiferente: Como todas las buenas obras, se puede leer de un tirón o saborear a trocitos, y deja un regusto amargo en el alma porque toca los principales temas que atormentan a la humanidad: la vida, la muerte, la vida más allá y nuestra propia capacidad de autodestrucción y rapiña.

Imprescindible, excepto para aquellos que crean que «Crónicas Marcianas» es un programa de televisión. Esos ya no tienen arreglo.

miércoles, 19 de agosto de 2009

Diseño erróneo

Los que me conocen saben que muchas veces me duele la cabeza. Y en ocasiones pienso a qué puede deberse. Otras veces simplemente lo ignoro o me meto un chute de AAS.

Una vez leí, no me acuerdo dónde, que el cerebro, como todo buen ordenador, debe refrigerarse. Y por ello tenemos en nuestro cráneo un conjunto de venas dedicadas específicamente a ello. Ese sistema vascular refrigerante es, justamente, lo que nos ha dado la capacidad de pensar continuamente sin que se nos fría el cerebro, y posiblemente sea nuestra ventaja sobre el hombre de Neanderthal, la que nos permitió evolucionar y sobrevivir mientras él se extinguía, a pesar de que su capacidad craneal fuera igual o incluso superior a la nuestra.

Pero cuando pensamos mucho nos duele la cabeza. Y los fármacos que tomamos son, precisamente, antiinflamatorios. Es decir, cuando nuestro ordenador trabaja de más, se recalienta. Como los de silicio.

¿Por qué a veces me duele la cabeza tanto, y más aún si sigo viendo la televisión, o leyendo, o trabajando, o pensando?

Quizá es que estoy mal diseñado. O que todos lo estamos, aún.