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jueves, 30 de marzo de 2017

Carrero voló alto, entonces. Nuestra democracia se arrastra por el fango, ahora.

Leemos que la Audiencia Nacional, el tribunal competente en estos casos, ha condenado a una persona por un delito de humillación a las víctimas del terrorismo. Hasta ahí bien.

Y suelo ser persona que lee las sentencias completas y razona sobre la Ley, y no sobre los titulares de los medios de comunicación,  y me precio de ello y de respetar a los tribunales. Hasta aquí, también bien.

Pero resulta que en esto de la humillación siempre hay que entrar a ver qué se dice y con qué ánimo, ya que unos pueden considerar ofensivo lo que otros consideran simple humor negro, y aquellos con la piel más fina pueden considerarse humillados por lo que es simple humor.

Y en este caso en particular, el del atentado de la banda terrorista ETA contra el almirante Carrero Blanco, a la sazón Presidente del Gobierno (no olvidemos nunca quién es quién), el pronunciamiento del tribunal lo encuentro verdaderamente errado.

No porque Carrero Blanco no sea una víctima del terrorismo. No me cabe ninguna duda de que lo fue, aunque también fuera un franquista y ETA al asesinarlo en realidad nos hiciera un favor a todos dando paso a Adolfo Suárez a través de Carlos "el breve".

Ni tampoco porque haya pasado tiempo. Las familias de las víctimas del terrorismo no recuperan a sus seres queridos porque pase el tiempo, aunque el tiempo convierta los hechos en Historia.

Tampoco porque el almirante fuera un franquista, un facha como dirían algunos. La verdad es que no me imagino los comentarios de autos en boca (o en dedos) de gente "de derechas", pero aunque D. Luis fuera el mismísimo demonio, eso no justificaría humillarlo.

No, el tribunal en este caso está errado de cabo a rabo porque ha perdido el sentido del humor. En particular, del humor negro.

No diré media España, sino una de las dos Españas del momento celebró el momento con chistes de todo trapo, como corresponde no solamente a la ideología de esa una España, sino a la idiosincrasia de los españoles. El humor negro, hacer chistes a partir de sucesos luctuosos, siempre ha sido un método de defensa de la conciencia colectiva para sobrellevar las peores noticias. Más, cuando ese suceso, propiamente triste, resulta una buena noticia por otras razones para el que cuenta o el que oye el chiste, como en el caso del asesinato que protagoniza los comentarios que nos ocupan.

Y no alabo esos chistes. Muchos chistes de humor negro son, per se, desagradables, de mal gusto y ofensivos (todos los chistes, excepto el "humor blanco", son ofensivos). Sin embargo, como ya recordaba la Profesora (de Derecho Constitucional, no de mecánica de picadoras de carne) Argelia Queralt:

la ofensa, el malestar y el mal gusto están aceptados. Por muy groseras que nos puedan parecer, están permitidas en la libertad de expresión [...] el límite está en el insulto y la apología [...] Lo demás está bajo el amparo de la libertad de expresión.
Sin duda, Lucía Carrero-Blanco, nieta del fallecido y, por lo tanto víctima del terrorismo en tanto que familiar de un asesinado, tiene muchísima mas decencia y sentido democrático que los legisladores de la Ley Orgánica 7/2000 cuando escribe:
Lo que me preocupa es que un acto de patente mal gusto y carencia de toda sensibilidad se considere un crimen. Yo no sé de asuntos jurídicos, no sé en base a qué artículos la fiscalía hace semejante petición, y si lo hace será obviamente porque la ley la ampara. Pero, por muy legal que sea, me parece un absoluto disparate. No creo que sea ni proporcionada ni ejemplarizante. Tan solo atemorizadora, y no solo para la acusada, sino para todos los que vivimos en una democracia. Me asusta una sociedad en la que la libertad de expresión, por lamentable que sea, pueda acarrear penas de cárcel. Considero un error peligroso tratar de que la ciudadanía sea respetuosa a base de amenazas y sanciones desmedidas.
Son de mal gusto, por supuesto. Y lamentables, como indica tan acertadamente doña Lucía. Pero es mi derecho, y con él protejo el tuyo.

Carrero Blanco no fue la única víctima de ETA. Muchas más hubo, y (más a partir de 1977, y sobre todo en la etapa de "socialización del sufrimiento" que se abrió el 23 de enero de 1995) estas víctimas lo fueron por defender la democracia, que incluye el derecho a la libertad de expresión.

Agentes de la Guardia Civil que no tienen ni idea, Sr. fiscal que sigue órdenes políticas emanadas de la Operación Araña en vísperas de unas elecciones, Sres. Magistrados de la Audiencia Nacional incapaces de distinguir entre cegar y segar (página 12 de la Sentencia) que escriben (o están obligados a escribir, que algo les respeto todavía cuando juzgan este tipo de casos) estupideces como ésta:
Por lo que la estructura propia del delito [de humillación a las víctimas del terrorismo] que nos ocupa no precisa la acreditación de con qué finalidad se ejecutan los actos de enaltecimiento o humillación. Basta con asumir como propia la humillación a las víctimas del terrorismo -siempre en el marco de referencia que ofrecen los artículos 572 a 577 del Código Penal-; basta con la reiteración consciente de esos mensajes a través de una cuenta de Twitter, para descartar cualquier duda acerca de si el autor captó con el dolo los elementos del tipo objetivo.
aquí les espero, perfectamente identificable, sin candado, en un artículo permanente, sin importarme el número de seguidores (por cierto, son 3, pero como si fueran tres millones), con el artículo 20 de la Constitución Española en la mano, a ver si tienen los arrestos de decirme a la cara que el humor negro o la opinión personal sobre la libertad de expresión entran dentro del punto 4º del mismo sin que se les caiga la cara de vergüenza. No les espero sentado porque, sinceramente, tengo mejores cosas que hacer: yo sí trabajo en algo productivo.

Ah, y si van a venirme con la Sentencia 623/16 del Tribunal Supremo, el equilibrio entre los derechos constitucionales (como lo son el derecho al honor y a la dignidad, Art. 18 y 10 por un lado, y el derecho a la libertad de expresión, Art. 20 por otro) no lo establece una Sentencia del TS, aunque cree jurisprudencia. Lo establecerá el Tribunal Constitucional, y ya veremos si al TS no le da otro palo más la justicia europea, o el Tribunal Europeo de Derecho Humanos, cuando todos estos casos lleguen allí. Sin duda, más sabrán los doscientos y pico Catedráticos y Profesores de Derecho Constitucional que han opinado unánimemente en contra de este caso que ustedes que los despachan con una línea en la página 13 de la Sentencia, como si fueran una molestia porque les vienen mal para lo que ya habían decidido juzgar. Y encima, no tienen dos dedos de frente para comprobar por si mismos si los "tweets" de marras existían o no, comportándose como peleles de las partes:
Por último [...] ordenaremos la retirada de los mensajes recogidos en la narración fáctica de esta resolución de la página web alojada en la dirección de Internet www.twitter.com del perfil de Twitter "Cassandra (@kira_95)", usado por el acusado. Y ello a pesar de que el mismo y su dirección procesal manifestaron que el primero ha borrado de la red tales mensajes objeto de enjuiciamiento. Como quiera que desconocemos por vía oficial la realidad de esta circunstancia, en previsión de que no haya ocurrido como indica el interesado, acordaremos la medida legalmente prevista.
Traducido: Como los jueces somos demasiado vagos como para ordenar que se practique una prueba de oficio que clarificaría las cosas (y de paso no hacerlo viene bien para alegar la inexistencia de factores de minoración o concurrencia de circunstancias modificativas de la responsabilidad criminal, como convenientemente hacen en la letra C, página 18 de la sentencia) juzgamos a ciegas, que total, ya habíamos decidido colgar este muerto.

Así que sí:
Aerolíneas Carrero Blanco: No necesitas ni bajar del coche
Se cumplen 40 años del inicio de la carrera espacial española [aunque ya vayamos casi por 45]
Menudo rebote lo de Carrero
Arriba España, tan arriba como subió Carrero
Carrero Blanco, político de altos vuelos
El almirante murió "en el aire y de viejo", según los expertos 
No puedo menos que citar a esos maestros que dejaron negro sobre blanco:
Carrero Blanco De todos mis ascensos, el último fue el más rápido.
Y mañana, hablaremos del Gobierno.