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domingo, 24 de enero de 2010

Como una tela elástica

A veces siento que todos los que me rodean tiran de mi. Mi familia, mi trabajo, mi mujer, mis amigos y otras obligaciones en las que no sé ni cómo me meto.

Tiran y tiran de mí, de todos lados, y soy una tela muy estirada, y me siento como un tambor. Cualquier pequeño roce y sueno.

Me gustaría poder ser de tela vaquera. Si tiran mucho, me rasgo, y todos se darán cuenta de que no deben tirar tanto. O simplemente me rompo y ya está, y que cada uno se quede con un trozo de mí, sin males mayores. Pero siento que no lo soy. Soy más bien como un trozo de tela elástica, que cedo y cedo aunque cada vez tiren más fuerte. Y al final, si tiran lo bastante, temo que no me romperé. Las telas elásticas no se rompen. Los globos hinchados no se rompen.

Estallan.

jueves, 21 de enero de 2010

Otra estafa legal


Hace poco más de un año entró en funcionamiento el sistema de tarjetas «inteligentes» de Metrovalencia.

Aunque, en general, es una buena idea reducir el gasto y la basura que suponían los anteriores bonos de cartón, que había que tirar al agotarse, y cambiarlos por un sistema recargable como las nuevas tarjetas, lo han hecho de manera que nos cobran de más.

Antes, uno pagaba 10 viajes, y viajaba diez veces. Pero con el cambio de comienzos de 2009 hubo, además, que pagar la nueva tarjeta. Pero lo que no nos dijeron entonces es que la tarjeta caduca, y ahora, un año después, he tenido que comprar una tarjeta nueva, en vez de volver a recargar la que compré el año pasado.

Y sí, solamente me ha costado un euro, pero uno mío, otro del vecino, otro del de más allá y así con todos los viajeros son muchos euros que le entran de más a Metrovalencia, para un servicio que sigue sin ser bueno. Aunque en fin, algunas mejoras sí ha habido, como la ampliación de servicios a Liria, la puesta en servicio de trenes de 5 vagones y la esperada ampliación (yo diría miniampliacioncita) del horario nocturno que (parece) vendrá en verano.

miércoles, 20 de enero de 2010

Jan Europa

A veces los superhéroes no usan armas. O ni siquiera intentan matar a los malos. ¿A que suena raro o incluso cursi? Pues es justamente el estilo de Jan Europa.

Paseando hoy por la FNAC una portada me llamó la atención y no pude resistirme a comprar. Un dibujo completamente setentero que me traía recuerdos de los colorines de Brugera: un tío en azul y rojo en pose de saltar y una moza con delantera (y un tirante caído) con unos pendientes y un collar a juego blancos con una estrella azul, rematados por un enorme título: JAN EUROPA. Irresistible para quienes leíamos un Mortadelo de vez en cuando.

Esta vez no es Brugera, sino Glénat, quien lo pone a la venta. Y ya no es periódico, sino una recopilación en tres tomos. Pero el sabor del dibujo en tinta china es el mismo, y lo que entonces parecía naïf (un héroe que nunca mataba a nadie y peleaba por el bien hasta de los malos y por una Europa unida) hoy, después de tener en la memoria colectiva cosas como Sbrenica, es más ingenuo aún. Pero el sabor a infancia... ah, eso no se paga con dinero.

Gracias, Edmond, por Jan.

lunes, 18 de enero de 2010

Pensamientos de sobre (VIII)

Nos vemos con la población carcelaria aumentando, los juzgados colapsados y delincuentes en la calle (o en escaños). ¿Qué nos falla? Desde mi punto de vista, la educación. Si tuviéramos cómo enseñar a convivir, viviríamos mejor. Pero con profesores sin autoridad y padres sin principios, no hay manera.

Trabaja en impedir delitos para no necesitar castigos.
Confucio