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jueves, 31 de julio de 2008

Un barraquito, por favor

Estoy de vuelta en Canarias, por unos pocos días. Ya nada más aterrizar el avión en Los Rodeos (el aeropuerto Tenerife Norte) tuve la indescriptible sensación de oler mi tierra.

Nunca he sido una persona que eche de menos su tierra. En realidad, donde quiera que tenga una cama y una línea de datos estoy en casa. Pero lo que sí echo de menos son ciertas cosas de mi tierra. Como su olor (y es que es verdad que Valencia no huele bien, sobre todo en verano). Como el acento de su gente (los <<muyayos>>, que diría Agnes, bromeando con nuestra pronunciación de la 'ch'). Como el sabor de sus barraquitos y de su agua con gas. Como la ineptitud, mala baba y corrupción de sus políticos (que sí, que mira que los políticos valencianos son más malos que un dolor, pero la CoCa (Corrupción Canaria) tiene un sabor especial).

No sé si se lo creerán, pero lo primero que hice tras soltar las maletas, justo antes de dormir (que el vuelo fue larguito por la escala en Barajas) fue acercarme al bar de debajo de casa y pedir un barraquito, una caña y un vaso de sifón.

...y me supieron a gloria.

Otras cosas que nunca pensé que echaría de menos: La música casposa de Pepe Benavente, el mamotreto de mercado provisional de la Plaza del Cristo, los anuncios del <<Ñó>> o las colas en las autopistas. Que sí, que hasta las autopistas y sus colas tienen otro sabor en Canarias.

Y cosas que sabía que iba a disfrutar al llegar, como oír el acento cantarín de la gente de aquí, el sabor ácido de nuestras naranjas o la siempre estupenda temperatura de La Laguna.

Claro está, también me he encontrado las cosas de Canarias que no me gustan, como la música insoportable que pretende ser reguetón o algo parecido (de la que ya era un feliz ignorante en la Península) con la que el gobierno necionolisto bombardea las televisiones.

Bueno, les dejo, que bajo al bar a pedirme un barraquito o una Dorada (sólo en Canarias), que son las once (una hora más en el resto de España) y es la hora de desayunar (por mucho que en Valencia lo llamen almorzar).

-...Perdón, ¿la calle del Cabildo?

martes, 29 de julio de 2008

Lenny congelada

Sí, sé que muchos de ustedes esperaban que comentara otra cosa... estoy en ello.

Esto es solamente para informar de una gran alegría: Lenny ha sido congelada anoche.

En breve disfrutaremos de una nueva versión estable de Debian.

lunes, 7 de julio de 2008

Ataque directo a Internet como la conocemos

Desde Informática Verde vía Kriptópolis

Fernando Acero, atento como siempre a los posibles ataques a nuestra libertad en el ámbito digital, nos hace notar en Kriptópolis el aviso dado desde Informática Verde acerca de las enmiendas que el eurodiputado conservador británico Malcolm Harbour (Partido Conservador, Partido Popular Europeo) ha propuesto.

Las enmiendas van por el camino de acabar con el principio básico de neutralidad de la red, permitiendo a los gobiernos (cito) <<establecer restricciones para evitar el "contenido ilícito" en Internet. La principal, actuar sobre la "calidad del servicio", o dicho de otra manera, reducir la velocidad del P2P>>, (cito) <<abrir la puerta para que las sociedades de autores establezcan a los proveedores de Internet qué contenido es lícito y cual ilícito>> y obligar (cito) <<a los proveedores de servicio a controlar y advertir por email a los usuarios cuando se descarguen contenido ilícito>>.

Eso, en el Comité de Mercado Interno y Protección del Consumidor (IMCO). Pero a la vez, y para que no se note demasiado que es un movimiento coordinado, en otro Comité, el de Justicia y Libertades Civiles (LIBE), ya se han aprobado otras dos enmiendas, a propuesta del también conservador británico Syed Kamall, que permiten la instalación y ejecución forzosa de programas en los PCs para detectar infracciones de propiedad intelectual. En cristiano: abre la puerta a que te instalen spyware que compruebe si te bajas canciones.

Informática Verde y Fernando Acero en Kriptópolis hacen un llamamiento, al que me sumo, para protestar contra estas medidas que nos convierten a todos en sospechosos y avanzan en la <<granhermanización>> (perdón por el palabro) de la red. Algunos de los eurodiputados ya han mostrado su preocupación, como David Hammerstein.

Hay poco tiempo. Envía tus ideas al respecto directamente a los eurodiputados como propone Informática Verde.

sábado, 5 de julio de 2008

Alma de Blues

A quienes me conocen no les extrañará que me encante la canción que lleva ese título de Presuntos implicados, pero no es de ellos de quienes quiero hablar hoy, sino de una película de John Landis que fue la segunda película más taquillera en la semana de su estreno, por detrás de "El Imperio Contraataca", con la que, por cierto, comparte a una actriz, Carrie Fisher (la actricilla que interpretaba a la Princesa Leia Organa)

La película en cuestión es de 1980 y, a diferencia de otras, ha envejecido realmente mal. Verla hoy en día requiere cierta dosis de fuerza de voluntad. O, en su defecto, cierta dosis de amor por el Blues y por la buena música en general.

En español se le dio, con esa costumbre patria de destrozar los títulos al traducirlos, el título de Granujas a Todo Ritmo, pero su nombre es The Blues Brothers. Cuenta la historia de dos hermanos, huérfanos, Jake y Elwood, desde la salida de la cárcel de uno de ellos, mientras tratan de reunir de nuevo a su vieja banda de Blues para cumplir una misión divina, hasta que acaban ambos de nuevo en el penal con toda la banda. Por el camino se enfrentan por igual a las fuerzas del orden y a las del desorden, representadas estas últimas por el Partido Nazi Americano, un grupo de cantantes de Country y una mujer misteriosa (Carrie Fisher).

Los Blues Brothers, en realidad los actores John Belushi y Dan Aykroyd, eran los personajes de un número cómico-musical basado en el Blues, y también en el Soul y el R&B, para el programa de televisión Saturday Night Live. En el programa contaron con las actuaciones de todos los grandes del Blues, con los que formaron una banda semiestable, la que da título a la película, y con la que sacaron varios discos, hasta llegar a catorce hoy en día. Aunque, como comentaba, la película no tiene prácticamente ningún valor cinematográfico, tiene un gran valor musical debido a las impagables actuaciones de James Brown (reverendo Cleophus James), Cab Calloway (Curtis), Ray Charles (Ray) y Aretha Franklin (dueña del Soul Food Cafe y esposa de Matt "Guitarra" Murphy), entre los que cantan, y Steve Cropper, Donald Dunn, Murphy Dunne, Willie Hall, Tom Malone, Lou Marini, Matt Murphy o Alan Rubin, todos ellos actuando como ellos mismos, entre los que tocan, con la aparición extra de John Lee Hooker (músico callejero).

Puede que mis lectores a los músicos no los conozcan tanto como a los cantantes. Steve Cropper fue guitarrista del legendario sello Stax y co-compositor con Otis Redding de (Sittin' On) The Dock of the Bay. Donald Dunn fue bajista para Stax y ha tocado con Otis Redding, Muddy Waters, Jerry Lee Lewis, Eric Clapton o Rod Stewart. Murphy Dunne ha sido pianista en muchas obras de televisión y algunas más de cine. Willie Hall fue el batería de Stax y ha continuado posteriormente ejerciendo para varios de sus antiguos músicos. Tom Malone ha tocado el trombón con Willy DeVille, James Brown y Miles Davis. Lou Marini tiene una gran producción propia, pero para quienes no lo conozcan, ha tocado el saxofón con Dione Warwick o Aerosmith. Matt Murphy tocó la guitarra con Ike Turner o Chuck Berry, entre otros. Alan Rubin ha tocado la trompeta con Frank Sinatra, Duke Ellington, Sting, Aerosmith, The Rolling Stones, Paul Simon, Eric Clapton, B. B. King, Miles Davis, Aretha Franklin y James Brown, por citar sólo unos pocos.

Los Blues Brothers, en el estilo que les caracteriza, y que se refleja claramente en la película al acabar todos sus integrantes en la cárcel en la película, aparte de montar la banda para Saturday Night Live, montaron un bar ilegal en la zona vieja de Chicago. Fue en ese bar donde Aykroyd y Belushi comenzaron a tocar juntos y a reunir a la banda. Como el bar era ilegal, no vendían alcohol, sino tickets que luego se podían cambiar en la barra por alcohol.

Las impresionantes actuaciones de la (por otro lado pésima) película incluyen The Old Landmark por James Brown, con un coro Gospel (el del reverendo James Cleveland) y Shaka Khan, Quando Quando Quando (deprimente a propósito) por los músicos de la Banda tocando como Murph and the MagicTones, Boom Boom por John Lee Hooker con Big Walter Horton, Pinetop Perkins, Willie "Big Eyes" Smith, Luther "Guitar Jr." Johnson y Calvin "Fuzz" Jones, Think por Aretha Franklin con Brenda Corbett, Margaret Branch, Carolyn Franklin y Lou Marini, Shake a Tail Feather por Ray Charles con toda la Blues Brothers Band, Gimme Some Lovin' (interrumpida) por Jake y Elwood con la Banda, el tema de Látigo Rawhide por Elwood con Jake y la Banda, Stand By Your Man por Jake y Elwood con la Banda, la genial representación de Minnie the Moocher por Cab Calloway con la Banda, con aire de años veinte, I Can't Turn You Loose por la Banda como su fallido tema de presentación ante el público (que además es el tema de Jake y Elwood durante la película), la gloriosa Everybody Needs Somebody to Love por Jake con Elwood y la Banda, Sweet Home Chicago por Jake con Elwood y la Banda, y finalmente The Jailhouse Rock por Jake con Elwood y la Banda. Además suenan incidentalmente montañas de música de los grandes como Fats Domino, John Lee Hooker o Elmore James.

Y, por supuesto, la película incluye escenas de aparcamiento lateral y cantidades industriales de coches de policía destrozados. Si no, no serían los Blues Brothers.

miércoles, 2 de julio de 2008

Sobre el canon digital

El Gobierno ha, al fin, traicionado a los consumidores para entregarse en las manos de las siempre sedientas Entidades de Gestión de Derechos de Autor como la SGAE y similares. Es curioso, no ya que existan, dado que los autores y los editores tienen, por supuesto, todo el derecho del mundo a asociarse para gestionar sus derechos, o para lo que quieran, sino el que la existencia de estos vampiros sea obligatoria por Ley.

Sí, señores, la Ley proporciona a estas entidades privadas el derecho de cobrarnos a todos por si acaso hacemos copias privadas, y lo que es peor, incluso les concede el derecho a fiscalizar las cuentas de las Administraciones públicas.

Me quedo con la visión de Daniel del Pino, autor y músico, que acaba de publicarla en El País: http://www.elpais.com/articulo/opinion/Canon/digital/elpepiopi/20080702elpepiopi_9/Tes