Gobierno de Canarias
A gobernar Canarias tocan...
Después de las elecciones locales hay 60 diputados repartidos entre tres partidos. Aunque algunos quieran convencernos de que son cuatro.
Y sin que ninguno haya obtenido mayoría absoluta, dos de ellos tendrán que pactar para dejar al tercero en la oposición y gobernar juntos. Durante cuatro largos años.
O dos de ellos deben votar a uno para que gobierne en minoría. Durante cuatro años más largos aún.
O uno de ellos debe conseguir que otro se abstenga en la investidura, para gobernar contra una oposición con mayoría. Durante cuatro años, o menos, pero en cualquier caso con cada votación siendo una encarnizada batalla donde el Gobierno llevará, en principio, las de perder.
¿Pero quiénes son los contendientes?
Juan José López Aguilar, del PSOE, con 26 diputados, ha hecho ganar a su partido 6 escaños con respecto a las elecciones de 2003.
Paulino Rivero, de CC a pesar de que intenten (otra vez) hacer la trampa de poner AHI por separado, tiene 19 diputados, casi todos de la provincia occidental, y los suyos han perdido 4 actas con respecto a las elecciones de 2003.
José Luis Soria, del PP, con 15 diputados, ha hecho perder a su partido 2 escaños respecto a las elecciones de 2003.
Un análisis somero de estos resultados indica que los canarios hemos castigado al partido que está (aún) en el Gobierno, y en menor medida que hemos castigado también al partido que los apoyó para ello y que cogobernó hasta que Adán Martín cortó por lo sano los problemas que una tal alianza creaba en su Gobierno.
Y a la vez, el mismo análisis somero indica que los canarios hemos dado confianza al partido que, mal o bien, hizo labor de Oposición al Gobierno de Adán Martín.
El análisis un poco menos somero, además, indica que PSOE y PP tienen la confianza de canarios de ambas provincias (si bien el PP pincha del todo en El Hierro y La Gomera), mientras que CC es vista por los habitantes de la provincia oriental como un partido puramente tinerfeño.
Visto así, el candidato que menos debería gobernar es Paulino Rivero, ya que su partido ha sido el que más diputados ha perdido en las urnas y sería el presidente de media Canarias. Y por lo mismo, el candidato que debería ser elegido Presidente es Juan José López Aguilar, con casi el 45% de los diputados, de todas las islas, y el capital político de ser el único partido que subió en diputados.
Y ello a pesar de que Paulino Rivero tenga muchos años de experiencia de gestión en El Sauzal y Juan José López Aguilar no tenga ninguna, y encima no haya sido considerado como un buen ministro el tiempo que ha estado en Madrid.
Otra pieza del análisis es la idea generalizada de que CC es un partido de corruptos, una mafia de constructores que saca una buena parte de sus votos llevando a los viejitos al monte a comer paellas, contratando parados para labores de obras y jardinería y montando carnavales, fiestas y romerías en vez de encargarse de los problemas reales de Canarias. Percepción que tiene visos de certidumbre con cosas como Las Teresitas, el Puerto de Granadilla, la Banda de Música de La Laguna o, en general, la construcción indiscriminada en zonas agrícolas y la conversión de Canarias en una región receptora de turismo de baja calidad. También, la construcción de obras innecesariamente caras como el Auditorio de Tenerife.
Sea todo ello cierto o no.
Otra pieza más es la percepción de que el PSOE es un partido con problemas de cohesión interna, que para quitarse a Aguilar de encima en Madrid lo mandan a Canarias, pisándole el puesto a Adrián Alemán, al que mandan a La Laguna, quitándole el puesto a Santiago Pérez, al que mandan al Cabildo de Tenerife, y pasando por el camino de estar a un concejal de la mayoría absoluta en La Laguna a regalarle la mayoría absoluta a CC.
Sea todo ello, también, cierto o no.
Otra pieza más, finalmente, es la sensación ciudadana de que el PP no acaba de ser un partido inmaculado, con el estado en el que están Tauro, Taurito y los barrancos de alrededor, con el caso Eólico, con la manera en que salieron del Gobierno a media legislatura o con la Marina de Las Palmas.
También, sea todo ello cierto o no.
¿Y qué resulta de este análisis?
Para empezar, que no debería gobernar ninguno de ellos: ni el inútil Agular, ni los corruptos de Paulino, ni el dictatorial Soria.
Pero alguno tiene que gobernar.
Por ello, dado el gran castigo que los canarios hemos dado a CC, sea por motivos ciertos o no, creo que lo correcto sería que el PSOE y el PP tomaran ejemplo de lo que sus respectivas agrupaciones locales de El Paso hicieron la legislatura pasada y pactaran para dejar fuera del Gobierno de Canarias al partido que más diputados ha perdido.
Sin embargo, parece que sea CC quien lleve la voz cantante en la formación de gobierno, ya que de pactar con cualquiera de los otros dos partidos, enemigos en Madrid, conformaría gobierno.
Partes de CC recuerdan los problemas de gobernar con el PP y preferirían pactar con el PSOE. Otras recuerdan la dura oposición del PSOE y, como ya hicieron a toda prisa en Santa Cruz, preferirían pactar con el PP.
No son un partido de centro, pero están en medio. No les importa lo mal que lo hagan, pues se creen que siempre serán necesarios.
¿No sería ya hora de cambiar todo esto?
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