Fallece el padre de Garganta Profunda
Siempre es triste, al menos para alguien, que fallezca una persona. También hay quien se alegra, aunque parezca duro decirlo, y también, la opción más inteligente a la vez que menos humana, quin lo toma simplemente como algo que nos tiene que suceder a todos tarde o temprano.
En este caso le ha sucedido a Gerard Damiano[1][2], el director de Garganta Profunda[2], una película porno de bajo presupuesto que en su época causó una revolución social (más por la prohibición de la película que por méritos de la propia cinta) y que hoy es simplemente una comedia absurda y hortera con contenido sexual.
La película no se proyectó solamente en las salas específicas dedicadas al cine "para adultos", sino que se proyectó también (y fue la primera película pornográfica en conseguirlo) en los cines comunes. Debido a que no solamente mostraba escenas sexualmente explícitas sino que se centraba en el orgasmo clitoridiano de la mujer (bien que dentro de la fantasía masculina de que la felación es especialmente placentera para ella), Garganta Profunda fue duramente atacada por los ultraconservadores (y no tan "ultra") y fundamentalistas religiosos (y no tan fundamentalistas) norteamericanos, llegando incluso a formar parte de la campaña electoral de reelección de Nixon. Quizá justamente por ello William Mark Felt, el confidente de Woodward en el escándalo Watergate, eligió como apodo precisamente "Garganta Profunda".
Damiano, como se cuenta en el documental "Dentro de Garganta Profunda", era un peluquero de familia italoamericana católica del Bronx, y nunca consideró que Garganta Profunda fuera su mejor película, aunque fue la séptima y es la que le hizo conocido. Su última película data de 1994. El País en su edición electrónica informa de que murió el sábado pasado en Ft. Myers (Florida) a los 80 años, como consecuncia de un derrame cerebral que sufrió en septiembre, según han informado hoy sus familiares
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Personalmente la película me hace reír mucho más de lo que me hace excitarme, pero también me hace pensar en el movimiento social que generó, con el que el sexo salió de la esfera de lo personal y pecaminoso y entró en la esfera de lo natural para cualquier persona. Hubo en su momento discusiones acerca de la incorrección del orgasmo clitoridiano femenino, argumentando que la penetración vaginal era el único "modo aceptable" de que una mujer sintiera placer, una postura que en el occidente de hoy nos parece absolutamente retrógada (salvo a algunos). Hubo discusiones acerca de si el Estado puede imponer un determinado sentido de la moral (nada lejos de lo que discutimos en España hoy). Hubo discusiones acerca de la libertad de las personas adultas para elegir las películas que querían ver sin que la censura se inmiscuyese. En resumen, hubo un enorme movimiento social tanto a favor como en contra de la película que dio lugar a parte de nuestra identidad cultural de hoy.
Gracias, Gerard, por lo que me he reído viendo tu película y por lo que enseñaste a una generación anterior a la mía con ella.
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