Primera Clase
Lo leí en el Diario de Avisos en papel, y luego lo busqué en la edición electrónica para poder ponerlo aquí.
Por su enorme interés humano, copio íntegro el artículo Primera Clase de Tomás Cano, publicado en la edición de hoy del decano de la prensa de Canarias:
Opinión
Tomás Cano
Primera Clase
Como todo el mundo conoce la discriminación racial, de una forma o de otra la llegamos a percibir un día sí y otro también. A veces es extraordinario ver cómo compañías aéreas y sus empleados, afrontan esta situación con dignidad y, por qué no decirlo, hasta diría yo que con cierto grado de humor. En un vuelo de British Airways, desde Johannesburgo, una señora que frisaba la cincuentena, de origen sudafricano, pero blanca, se encontró sentada junto a un hombre de color. La señora en cuestión llamó a la tripulante de cabina, para quejarse de su disgusto." ¿Cuál es el problema, señora?", le preguntó la auxiliar. "¿No lo ve usted? Me han sentado al lado de un kaffir y yo no puedo estar sentada al lado de una persona así, me disgusta esta situación", respondió. La experimentada auxiliar de vuelo le replicó: "Cálmese señora, el vuelo está lleno hoy, pero le voy a decir lo que voy a hacer, voy a comprobar si quedan asientos disponibles en Club o Primera Clase. A los pocos minutos, la auxiliar regresó de nuevo con buenas noticias; no había espacio en Club, pero en cambio quedaban disponibles algunos asientos en Primera Clase, ante lo cual la señora miró a los demás pasajeros de alrededor con gran altivez y satisfacción. Antes de que la pasajera tuviera oportunidad de decir algo, la auxiliar le dijo: "Es muy extraordinario hacer estos tipos de upgrade, he tenido que pedir permiso al comandante, pero dadas las circunstancias, el comandante no podía consentir que una pasajera volara forzada, junto a una persona que le repele y disgusta". Dicho lo cual la azafata se dirigió al hombre de color y le dijo: "Si es usted tan amable de recoger sus objetos personales, señor, tengo un asiento nuevo para usted en Primera Clase". En ese momento, los pasajeros que habían vivido aquel lamentable suceso empezaron a aplaudir, mientras el caballero africano se dirigía hacia la parte delantera.
3 comentarios:
Este tipo de historias se llevan viendo desde hace mucho.
Pero si es cierto, que no digo que no, ¡Ole por la azafata!
Muchos tendrían que leer esto.
Yo lo leí con Envite en el periódico no virtual, y me pareció fantástico. Predecible, pero fantástico.
Lo más sensato sería dejar tirada a la racista en caso que el vuelo no hubiese despegado. En todo caso, quien se debería haber movido era la mujer y, nada de Club ni Primera Clase, directo a la bodega.
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